miércoles, 19 de septiembre de 2018

¿Se puede hacer un bizcocho si no sabes mates?

Esta semana habéis aprendido mucho sobre el Sistema Métrico Decimal y este fin de semana es el momento de poner esos conocimientos en práctica en casa. No se me ocurre mejor forma que haciendo un bizcocho


¿Se puede hacer un bizcocho si no sabes mates?


Ummm. Déjame pensar. Para hacer un bizcocho hay que medir líquidos, hay que pesar ingredientes, hay que saber contar. A veces, hay que sumar y otras, hay que restar. Incluso a veces tenemos que medir el tamaño del molde. 

Definitivamente hay que saber matemáticas para hacer un bizcocho. ¿Y vosotros sabéis mates? Claro que sí. Sabéis todo lo que hace falta saber para hacer un bizcocho. Un bizcocho como este.



Eso sí, es importante que sigáis estos consejos:  
- Antes de empezar tenéis que estar seguros de que tenéis todos los materiales e ingredientes. 
- Para que el bizcocho salga rico tenéis que medir los ingredientes con precisión y seguir la receta al pie de la letra.
- A encender el horno y a meter el bizcocho en él os tiene que ayudar un adulto. 

Materiales para hacer un bizcocho
- Báscula de cocina para pesar ingredientes. 
- Vaso o jarra para medir líquidos como éste o parecido. 
- Una espátula o un cuchara de madera. 
- Un bol para hacer la masa. 
- Un molde. Este bizcocho está pensado para un molde rectangular de cake de 30 cm de largo por 10 cm de ancho y 8 cm de alto. No te preocupes si no tienes un molde con las medidas exactas, puedes adaptarlo al molde que tengas en casa. 
- Un horno. 

La receta que os recomiendo es de un bizcocho de limón muy rico del estupendo blog de cocina Webos Fritos. Su autora, Susana, ha sido muy amable y nos ha prestado la receta que podéis descargar pinchando en este enlace: Receta del bizcocho de limón

Ejercicios interactivos para practicar los cambios de unidades de capacidad

Os propongo unos ejercicios interactivos para practicar en clase los cambios de unidades. Tenéis que hacerlos en grupos de tres. Podéis elegir unidades de masa, volumen o longitud. Si queréis, podéis practicar las tres.

Pincha en la foto de cada ejercicio para dirigirte a él. 

Unidades de Volumen
 Unidades de Volumen


Unidades de Masa



Unidades de Longitud

martes, 18 de septiembre de 2018

Cómo funciona el Sistema Métrico Decimal

Os dejo este vídeo para repasar en casa lo que hemos estudiado hoy en clase sobre el Sistema Métrico Decimal




Y también te propongo que repases la lección con esta presentación.


Sistemas para medir y contar cosas

Un sistema es un conjunto de reglas, principios o medidas que tienen relación entre sí, como un sistema métrico. Desde el inicio de los tiempos, los hombres han inventado distintos sistemas para medir y contar las cosas que tenían a su alrededor. 



Por ejemplo, los babilonios, que eran un pueblo vecino de los sumerios y como ellos, vivían en Mesopotamia, utilizaban un sistema de unidades de base 60, es decir, sexagesimal. Eso quiere decir que en vez de contar de diez en diez, como nosotros, ellos contaban de 60 en 60. Al principio parece complicado pero si lo piensas un poco te das cuenta enseguida de que nosotros mismos aun tenemos muchas cosas que medimos de 60 en 60. Por ejemplo los segundos. 60 segundos forman un minuto. ¿Y qué forman 60 minutos? Apúntate esta pregunta y mañana la respondemos en clase. Solo te diré que los babilonios eran unos tipos listos. Fíjate que se han pasado miles de años y seguimos haciéndoles caso. 



A veces también contamos de doce en doce, o como suele decirse por docenas. Es una manera tradicional de contar. Una vez leí que contamos por docenas porque cada uno de nuestros dedos se divide en tres secciones y con el dedo pulgar puedes ir contándolas, pasando por los cuatro dedos restantes hasta llegar a doce. ¿Quieres hacer la prueba? Es muy fácil.



Qué te parece. Es como tener un ábaco siempre contigo. Una ayudita para contar.  ¿Te cuento otra cosa curiosa? El doce es múltiplo del 60, verás: 60/12=5. Hay muchas cosas que cuantificamos de doce en doce. Se me ocurren por ejemplo los meses del año, que son doce. Doce meses forman un año. De hecho, fueron los babilonios los primeros en dividir el año en doce meses. Tipos listos estos babilonios. 

En países como Inglaterra utilizan el Sistema Imperial y en EEUU, el Sistema Anglosajón de Unidades. Son bastante parecidos. Por ejemplo, las unidades de longitud son la pulgada, el pie, la yarda y la milla. Y cuando miden áreas, en vez de decir "¿cuántos metros cuadrados tiene este piso?", preguntan "¿cuántos pies cuadrados tiene este piso?". La tela, por ejemplo, la compran por yardas en vez de por metros, y los coches en vez de correr X kilómetros a la hora, corren X millas a la hora.


Con todo esto te quiero decir que hay muchas formas de medir y contar las cosas pero es importante ponerse de acuerdo con los que tenemos alrededor para asegurarnos de que hablamos todos de lo mismo. Si tu hablas en onzas y yo hablo en gramos nos hacemos todos un lío. Por eso en el año 1800 a unos franceses un poco tarumbas se les ocurrió la idea de establecer el Sistema Métrico Decimal y ponernos a todos de acuerdo.

Parece una tarea sencilla pero no lo es, sobre todo porque no es fácil poner a tanta gente de acuerdo. La historia de cómo se estableció el Sistema Métrico Decimal es muy bonita. ¿Quieres que la cuente mañana en clase? 








lunes, 17 de septiembre de 2018

Una historia de números

Hace 5.000 años, los sumerios vivían en un valle entre dos ríos. Su país era Mesopotamia y ellos un civilización muy culta que sabía escribir, leer y contar. Escribían de una forma especial que se llamaba escritura cuneiforme o en forma de cuñas. Lo hacían con un palo prensado en tablillas de arcilla con los que hacían marcas en forma de cuñas. Los sumerios escribían muchos números. 




Sus vecinos los egipcios formaban otro pueblo que utilizaba mucho los números porque eran mercaderes y comerciantes. Cuando compras y vendes cosas necesitas manejar muy bien los números y apuntar siempre lo que gastas y lo que ganas y eso es lo que hacían los egipcios. Pero ellos escribían los números de una manera distinta a los sumerios. En vez de cuñas, utilizaban imágenes. Esas imágenes se llamaban jeroglíficos. Los egipcios eran un pueblo muy rico, manejaban muchas riquezas y por eso escribían números grandes, número enormes. Como un millón. Un millón es un número inmenso. Lo escribían como una personas con los brazos abiertos, sorprendida por la inmensidad del número 1.000.000. 



Después de los egipcios, un poquito más tarde, llegaron los griegos. Ellos fueron los primeros en escribir los números con la primera letra del nombre del número. Y en eso les imitaron los romanos. Ellos también utilizaban letras para representar números, por ejemplo usaban la X para representar al número diez, la L para el 50, la C para el 100 y la M para el 1.000. Los romanos extendieron su imperio por toda la cuenca del Mediterráneo y su influencia perduró muchos siglos. De hecho, los comerciantes de Europa utilizaron los números romanos hasta el siglo VIII. 



Sin embargo, nosotros no escribimos los números como ninguno de estos pueblos, ¿verdad?  Lo que ocurre es que los números romanos les faltaban un número muy especial. Les faltaba el número 0. El 0 también es un número, no nos lo podemos olvidar. Resulta que hace más de 2.000 años en la India surgió una forma de escribir números que incluía el número cero. A los habitantes de Europa les vendría muy bien ese cero pero la India está muy lejos. Suerte que existen los comerciantes. Ellos viajan de un sitio a otro vendiendo y comprando cosas y su cultura y conocimiento viajan con ellos. 

Los comerciantes hindúes que hacían negocio con otros comerciantes de Arabia extendieron esta forma de escribir los números que utilizaba el cero. Un erudito árabe pensó que era una forma muy inteligente de escribir los números. Entonces escribió un libro sobre ello y ese libro llegó a Europa hace unos mil años. Como el libro llegó desde Arabia estos números son conocidos como números arábigos o indoarábigos. Es un nombre muy bonito. 



Por aquel entonces, en Europa todavía se escribía con números romanos. La diferencia entre los números romanos y los arábigos es que los arábigos se escriben con líneas curvas y los romanos con líneas rectas. Por aquel entonces, la gente en Europa prefería seguir utilizando los números romanos porque eran más fáciles de escribir pero los números romanos no tenían el número cero y los arábigos sí. El cero es un número muy útil porque nos permite escribir números muy grandes. ¡Si quiero contar hasta un millón me hacen falta muchos ceros! Así que poco a poco el uso de los números arábigos se fue extendiendo. La invención de la imprenta en 1450 fue el empujón definitivo y por eso desde entonces usamos los número arábigos

Y esta es la historia de por qué escribimos los números como lo hacemos. ¿Te ha gustado? ¡Espero que sí!